Entre las últimas tendencias en el mundo de la gastronomía está el énfasis no solamente en el consumo de productos locales, sino especialmente en los productos artesanales.
Ahora, ¿cuál es la diferencia entre un queso artesanal y otro de producción en masa?
La materia prima
Para empezar con la materia prima, en una planta comercial de producción en masa, la leche proviene de fuentes dispersas, por lo cual es indispensable la práctica de la pasteurización por el bien del consumidor. Además de ser procesada en máquinas que a menudo son automáticas, y en grandes cantidades midiéndose en toneladas, la meta es producir queso a máxima velocidad para maximizar el margen de ganancia.
A diferencia a la auténtica producción artesanal, en la cual la leche es seleccionada por el maestro quesero. El maestro quesero colabora directamente con el lechero, asegurando que el ganado obtenga una alimentación variada lo cual al final aporta sabor al queso. Por la alta calidad de materia prima y el control directo que exige el productor artesano, un queso artesanal es a menudo elaborado con leche cruda, lo cual aporta calidad, mayor profundidad y complejidad de sabor.
Artesanal vs. casera
No deberíamos de tampoco confundir un producto casero, con un producto artesanal. Aunque los productos caseros pueden ser muy buenos, su propuesta no es la misma. Un artesano es dedicado a su arte por la pasión, constantemente buscando como mejorar su producto, aprendiendo de otros expertos y experimentando con innovaciones propias. Tal como en el mundo de la moda, a pesar de lo atractivo que pueda ser una prenda de vestir elaborada en casa, nunca se va a comparar con un diseño original de alta costura.
La pasión y el margen de ganancia
Aunque los quesos de producción masiva pueden ser de buena calidad, su iniciativa como negocio es muy diferente al del artesanal. Mientras que ambos pueden ser negocios, y como tal deben considerar el lucro como una de sus principales metas, la iniciativa de la producción masiva es principalmente llenar una demanda en el mercado, ofrecer la mejor calidad al menor costo y aprovechar el margen de ganancia más amplio.
En contraste, un negocio de quesos artesanales nace de la pasión por el producto y por ofrecer a su clientela más que un producto, y más bien una experiencia. Para los que buscan mayor profundidad de sabor, sutileza y variedad, no hay como el queso artesanal.
Los artesanos buscamos la innovación
En Monte Azul somos un equipo pequeño pero diverso, entre apenas cuatro personas contamos con 10 títulos académicos y técnicos, hablamos 5 idiomas, y hemos vivido en 4 países, o sea somos un grupo de aficionados con extensa experiencia y dedicación al estudio. Entre todos aportamos las experiencias de disciplinas en la ciencia, bellas artes y historia, y de haber tenido lo oportunidad de vivir y conocer otras culturas y sus comidas, todo lo cual contribuye directa e indirectamente a la elaboración de cada queso.
En realidad todos en Monte Azul sabemos hacer queso, y participamos directamente en la producción, pero cada uno contribuimos a la actividad en diferentes aspectos: Randy es el Maestro Quesero y produce la mayoría de los productos con Felix, mientras que Melissa y Carlos están encargados de la parte creativa.
Entre todos, nuestros estudios, nuestras experiencias de la vida, nuestra pasión por la calidad, todo esto contribuye para ofrecerle a nuestro cliente lo mejor posible, o sea, como dice nuestro lema, El queso como obra de arte.