Aunque más del 65% de la leche consumida a nivel mundial, en algunas países como Costa Rica y otros de Norte y Sur América, es casi desconocida ya sea en su estado natural, o en quesos o yogurt.
En Costa Rica muchos hemos tenido la experiencia de tomar leche de cabra bajo recomendación puramente por beneficio medicinal, y de vez en cuando en queso o yogurt, pero la mayoría de los ticos aún asociamos estos productos con aquel desagradable saborcillo a cabra.
¿Pero, qué pasa cuando probamos un queso de Monte Azul y no encontramos ese saborcillo? En realidad, en casi todas las degustaciones que hemos presentado, los participantes se sorprenden de que los quesos que acaban de probar son de cabra, inevitablemente preguntando, "¿porqué no saben a cabra?"
Fresco, sutil, cremoso
Un queso de cabra fresco, por ejemplo como es el Chèvre de Monte Azul, debería de tener un sabor sutil y cremoso, pero ligeramente cítrico, o sea una acidez muy agradable, pero nada que nos recuerde de un establo o corral –jamás.
Sin embargo, muchos hemos probado productos lácteos de cabra que definitivamente aportan esa sensación de sabores fuertes, que hasta traen recuerdos de visitas a granjas o establos, o sea, poco agradables.
¿A qué se debe esto? La respuesta se encuentra en la materia prima, o sea la leche, la cual es delicada y afectada por varias cosas, desde el manejo de los animales, la presencia del cabro durante ciertas épocas, la dieta del ganado, y especialmente en la frescura de la leche. Entre más tiempo reposa la leche, más potencial existe en cultivar ese sabor a cabra.
El queso de cabra no es solo uno, existen cientos de variedades
En Monte Azul, producimos más de 20 tipos de productos lácteos de cabra, y en cada uno de ellos esa sensación o sabor ya mencionado no se percibe, y mas bien la consideramos un defecto por lo cual a cada paso manejamos un programa de estrictos estándares y prácticas para el control de calidad.
Aún entre nuestros quesos maduros, y hasta en los de cuerpo más robusto tal como el Big Blue (nuestra versión de queso azul, el único de cabra en el país –sea nacional o importado), los complejos sabores aportan una gran variedad de tonos, sabores, texturas y profundidad, pero lo que menos se percibe es aquel saborcillo a cabra.
Así que si nunca han probado un queso de cabra por la notoriedad que han tenido tradicionalmente en nuestro país, les invitamos a probar algo nuevo y exquisito, y si aún prefieren el queso de leche de vaca, ¡también producimos de esos!